La gran variedad cultural española se refleja, indudablemente, también en su gastronomía. Cada una de las diecisiete comunidades autónomas de nuestro territorio poseen características específicas pero sí es verdad que la zona norte española tiene un denominador común, su cocina: platos de cuchara contundente así como productos del mar y la tierra típicos de cada lugar. La cocina gallega, con su marisco, la asturiana y sus inconfundibles fabadas, la navarra con sus pimientos, la vasca con sus modalidades de bacalao o la riojana conforman una amalgama de sabores y platos típicos de cada región basados en una elaboración cuidada y minuciosa.