Hay muchas variantes que pueden hacer que una velada gastronómica sea inolvidable: la comida, la compañía y unas magníficas vistas. Y estas pueden contemplar muchos escenarios: un acantilado que mira al mar para empezar el día y desayunar como si no hubiera un mañana, comer en la ladera de una montaña nevada un frío día de invierno, o algo típicamente español, comer en un restaurante situado en pleno paseo marítimo o en la propia playa y disfrutar de una puesta sol en compañía de amigos, tu familia o tu pareja. Incluso para los más aventureros, lugares de difícil acceso para maridar gastronomía con riesgo. ¿Nos acompañas? En TheFork queremos que no te quedes con las ganas y hemos seleccionado los mejores restaurantes con vistas de todo tipo y para todos los gustos.