Mayonesa de kimchi: ¿Qué es? ¿Cómo prepararla?
Si eres un habitué en restaurantes de cocina fusión, seguramente has probado la mayonesa de kimchi. Pero, ¿alguna vez te preguntaste cuál es su origen? ¿Sabes cómo se prepara y en qué platos puedes utilizarla? Si quieres saber la respuesta a estas preguntas, te invitamos a leer este artículo. ¡Que lo disfrutes!
Conociendo la mayonesa de kimchi
La mayonesa de kimchi es un producto relativamente novedoso en nuestras latitudes, que surge de su fusión entre ingredientes de la cocina coreana (salsa kimchi) y la cocina occidental (mayonesa). Este delicioso aderezo es increíblemente versátil y puede servirse como salsa para patatas o batatas fritas, sandwiches, verduras, carnes, pescados... ¡Y mucho más! Lo único que necesitas es un poco de creatividad y una mente abierta a probar nuevos sabores.
Al contrario de lo que podríamos pensar, la mayonesa de kimchi no es una salsa popular en Corea aunque sí que es una gran aliada para dar a conocer los increíbles sabores del país asiático. La mayonesa es un aderezo bien conocido en la cultura occidental, y, por lo tanto, un buen medio para difundir la complejidad de sabores que propone el kimchi.
¿Qué es el kimchi?
Antes de adentrarnos de lleno en la mayonesa de kimchi, vamos a detenernos un segundo en su receta madre: el kimchi. Esta preparación fue ganando adeptos durante los últimos años, a medida que la cocina coreana plantaba bandera en nuestro país. El kimchi es una de las tantas recetas típicas coreanas, y uno de los favoritos cuando se trata de fermentados. Su ingrediente principal es la col china, también llamada bechu, repollo chino, hakusay o akusai, y lleva pimientos, ajo y cebolla. En ocasiones, puede incluir otros vegetales, aunque esto dependerá de quién prepare la receta, así como también son de libre elección las especias para condimentarlo.
El kimchi proviene de una tradición milenaria cuyos orígenes se remontan al siglo I a.C., cuando se utilizaba la técnica de fermentación como un modo de conservación de vegetales para alimentarse durante el invierno. Esta es una receta transmitida de generación en generación a lo largo y ancho de todo el país coreano, y quizás por ello sea considerado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco
Este alimento ha evolucionado hasta nuestros días, cuando podemos encontrar tantas variaciones de kimchi como cocineros en el mundo. Sin embargo, si hay algo que comparten todas las preparaciones es un sabor picante y salado que es ideal para condimentar sopas y guisos.
¿Cómo preparar kimchi?
El kimchi lleva muchos ingredientes y bastante tiempo de preparación, pero no debes preocuparte porque es bien sencillo de hacer. Vas a necesitar: agua, sal, ajo, guindilla roja, manzana, vinagre de arroz, mandarina, pimiento rojo, cebolleta, col china, sepia, soja, jengibre, alga kombu y caldo de bonito.
La preparación del kimchi lleva tres partes: primero, debes dejar las coles en agua con sal para que se ablanden y adquieran gusto; luego, debes hacer una preparación con todos los ingredientes líquidos para sazonar tus coles; y por último, debes incorporar las demás verduras para darle más sabor.
Si quieres saber más sobre el kimchi, te recomendamos que leas este artículo.
¿Y la mayonesa de kimchi?
Ahora sí, a lo que nos convoca: la mayonesa de kimchi, ese híbrido entre la salsa típica coreana y el aderezo popular occidental. La mayonesa de kimchi tiene la suavidad de una mayonesa, pero el picor del kimchi. En otras palabras, lo mejor de los dos mundos.
Si sabes preparar mayonesa, la receta de la mayonesa de kimchi te resultará bien sencilla, pues (spoiler alert) no es más que la misma mayonesa de todos los días pero con un agregado de salsa kimchi.
¿Cómo se prepara la mayonesa de kimchi?
La parte más difícil de esta preparación está en conseguir los ingredientes necesarios para la salsa kimchi, como hemos visto en la sección anterior. Una vez que tengas lista tu kimchi, lo que deberás hacer es preparar una mayonesa y para ello necesitarás: huevos, aceite de oliva suave, limón, sal y pimienta.
La mayonesa se prepara colocando los huevos con una pizca de sal y pimienta dentro de un recipiente, junto con el aceite de oliva. Luego, con ayuda de una batidora de mano, debes batir bien tu mezcla hasta conseguir el punto de emulsión.
¿Un tip? ¡Ten cuidado con el punto! Si continúas batiendo a pesar de que tu preparación se vea homogénea, correrás riesgo de que tu mayonesa se corte. Por ello, es muy importante que tu batidora forme un ángulo recto con tu recipiente y que se mantenga siempre en contacto con el fondo del mismo.
Una vez que tengas tu mayonesa lista, debes añadir el kimchi trozado muy pequeño. La cantidad que agregues dependerá de tu gusto: si quieres más picante, deberás añadir más kimchi; si, en cambio, prefieres una preparación suave, deberás añadir un poco menos. Para regular el punto de picante podrás o bien probar tu salsa o bien guiarte por el color que va adquiriendo tu mayonesa.
Para finalizar, puedes darle un toque extra de sabor con un chorrito de aceite de sésamo y otro de lima. ¡Y listo! Tu mayonesa de kimchi está lista para aportar sabores nuevos a tus platos.
¿Qué recetas llevan mayonesa kimchi?
Como adelantamos, la mayonesa kimchi queda bien con prácticamente cualquier preparación que decidas hacer. Gracias a su versatilidad, puedes utilizarla en frituras como calamares a la romana o patatas fritas, en tortitas de camarones o croquetas, en huevos rellenos o ensaladillas rusas, en cortes de carne o filetes de pescado, en vegetales blanqueados o arroces especiados. En fin, que las posibilidades son infinitas: ¡es solo cuestión de probar!
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El kimchi es una receta típica coreana fermentada, de sabor picante y salado. Su ingrediente principal es la col china, también llamada bechu, repollo chino, hakusay o akusai, y lleva pimientos, ajo, cebolla y especias.
La mayonesa de kimchi es una salsa que proviene de fusionar las cocinas coreana y occidental.
La mayonesa de kimchi es versátil, puedes utilizarla en frituras como calamares a la romana o patatas fritas, tortitas de camarones o croquetas, huevos rellenos o ensaladillas rusas, cortes de carne o filetes de pescado, vegetales blanqueados o arroces especiados.