panes de masa madre sobre una mesa
La masa madre comúnmente se utiliza para preparar panificados.
Gastro

Los 5 secretos mejor guardados de la masa madre

29/06/2023
5 minutos

Hoy queremos hablar sobre la masa madre, aquella que creímos que sería una moda pasajera y terminó por adueñarse de nuestros corazones (¡y paladares!). ¿Por qué la elegimos? ¿Qué beneficios tiene? ¿Cuáles son los trucos para que salga bien? Si buscas la respuesta para cualquiera de estas preguntas, este artículo es para ti.

¿Qué es la masa madre?

Los días de cuarentena quedaron bien atrás en nuestros recuerdos, pero algunas costumbres han permanecido  y se convirtieron en tendencia. La masa madre fue una de las que se ganó una renta permanente en nuestros hogares porque, además de ser increíblemente deliciosa, con ella puedes hacer panes mucho más livianos que los de panadería tradicional. 

La masa madre es un fermento natural compuesto por harina y agua. Esto quiere decir que, en su desarrollo, no intervienen otros agentes más que los que están presentes en estos ingredientes. Las levaduras que contiene la harina se cultivan junto con los microorganismos externos que absorbe durante su proceso, en contacto con el agua.

 recipiente transparente con masa madre en proceso
La masa madre es un fermento natural hecho con harina y agua.

Sí, lo sabemos: dicho así, parece bien complicado… Pero te sorprenderás cuando veas lo sencillo que es hacer tu propia masa madre, ese fermento natural que sirve para preparar cualquier panificado. Si bien lo más común es utilizarla en panes de masa madre (que luego te servirán para preparar este delicioso bocadillo de calamares, por ejemplo), también puedes valerte de esta técnica de levado para preparar bollería, pizzas o panqueques.

¿Y para qué sirve?, te preguntarás. Pues bien, en el caso del pan, la masa madre le aportará su aroma característico, además de una miga húmeda y una corteza crujiente. Por otra parte, hará que dure más tiempo sin ponerse malo y facilitará tu digestión. Además, como todos los alimentos fermentados, la masa madre podría ser beneficiosa para la salud porque fortalece nuestro sistema inmunitario.

¿Cómo se prepara la masa madre?

Lo primero que debes tener para hacer un buen pan de masa madre es paciencia, ¡que Roma no se construyó en un día! Tu masa madre necesitará cuanto menos cinco días para completar su proceso de fermentado y poder ser utilizada como levadura natural para tus panificados. 

Una vez que juntes la paciencia necesaria, debes procurar tener en casa dos ingredientes sumamente fáciles de conseguir: harina y agua. Como siempre, cuanto mejor sea la calidad de ambos ingredientes, mejor será el resultado final. Por ello, recomendamos que utilices harina de fuerza y agua filtrada. La parte exterior del grano es donde se concentra la mayor cantidad de levaduras, por eso no es recomendable utilizar harinas refinadas y, en cambio, preferimos elegir harinas de fuerza porque tienen mayor carga de proteínas. Por otra parte, el agua del grifo suele contener sustancias indeseadas y por ello te sugerimos  que utilices agua filtrada (¡o mineral!) a temperatura ambiente. 

El proceso es bien simple: primero, debes mezclar partes iguales de harina y agua. Al día siguiente, debes agregar nuevamente partes iguales de harina y agua. Luego de dos días de fermentación, la masa madre habrá comenzado a activarse y tendrás que repetir el proceso de los días anteriores. En el cuarto o quinto día de “refrescar” esta preparación, tu masa madre estará lista para usarse.

saco de harina sobre una tabla de madera junto a una cuchara de madera, palote de amasar y espigas.
La masa madre se prepara con harina integral o harina de fuerza.

Los 5 secretos mejor guardados de la masa madre

Luego de esta breve introducción, toca revelar los secretos mejor guardados de esta técnica tan antigua como la mismísima panadería. ¡Continúa leyendo!

El ambiente

El primer secreto que vamos a desvelar hoy es un detalle que no suele tenerse en cuenta, pero que puede marcar la diferencia entre una buena masa madre y un desastre culinario: el entorno. Si tu masa madre se encuentra en un ambiente hostil (muy frío o muy caluroso), no podrá desarrollarse. 

Por eso, es importante que tu mezcla de harina y agua esté en un espacio que ronde una temperatura de 20 °C. Así, las levaduras de la harina y las bacterias lograrán reproducirse a una velocidad adecuada que garanticen una levadura natural perfecta.

El recipiente

Otro detalle que podría pasar desapercibido es la importancia de tener un recipiente sumamente limpio, para que ningún agente externo indeseado entre en contacto con la mezcla y perjudique los resultados. Por ello, recomendamos utilizar recipientes de plástico o cristal de modo que puedas asegurarte una correcta higiene del mismo. 

Además, un contenedor ideal debería ser lo suficientemente grande para que tu masa madre pueda crecer y expandirse. Nuestra recomendación es que optes por un recipiente alto, que deje suficiente espacio para el desarrollo de este fermento natural.

frascos de vidrio vacíos
A la hora de hacer masa madre, es importante que elijas bien tu recipiente.

La textura

La mezcla de harina y agua puede tener muchas apariencias distintas, pero en este caso es importante que mantengas una regla: homogeneidad. Si tu mezcla queda grumosa, es probable que tu masa madre no salga tan bien como esperas. 

Si quieres asegurarte buenos resultados, la textura de tu mezcla inicial debe ser tan uniforme como la de masa de panqueques. ¡Nos agradecerás después!
 

Las burbujas

Si ves que tu masa madre comienza a lucir burbujeante, ¡no temas! La aparición de burbujas durante los primeros días de fermentado es un buen indicio y sugiere que nuestra masa madre va por buen camino. 

Estas burbujas se componen del oxígeno que liberan los microorganismos durante su reproducción, de modo que si hay burbujas significa que algo bueno está pasando ahí dentro. 


El toque final

Durante el último día de fermentado, seguramente aparecerá una ligera capa de líquido blanco sobre la superficie de la masa madre pero no debes preocuparte: es totalmente normal. Simplemente, retira esa capa con una cuchara. 

La masa madre que quede debajo estará un tanto floja, por lo que un último toque de harina de fuerza hará todo el truco para que tu masa sea maleable y esté lista para convertirse en un buen pan de campo. 

Ahora que ya eres un verdadero experto en masa madre, puedes hacer la prueba en tu casa y luego salir a catar los panes de los mejores brunchs de tu ciudad. ¡Luego nos cuentas qué tal!

Preguntas frecuentes

La masa madre es un fermento natural hecho a base de harina y agua.

La masa madre facilita la digestión, y aporta sabor a los panificados.

Puedes preparar panes de masa madre, pizzas, bollería, panqueques y otras recetas más.

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